La composición de cualquier formación es un proceso difícil y que requiere mucho tiempo. Nos gustaría informarle sobre cómo se seleccionan exactamente los ejercicios para metas y objetivos específicos, por qué es importante mantener el orden correcto y proporcionar un enfoque integrado para entrenar su cuerpo.
Tipos de músculos
Para comprender mejor cómo se construye el proceso de formación del entrenamiento, es importante comprender la estructura del cuerpo humano, es decir, el objeto principal del entrenamiento, es decir, los músculos. La musculatura humana se divide en tres grandes grupos. Hay:
- Los músculos esqueléticos son aquellos que se unen a los huesos de nuestro esqueleto mediante articulaciones y tendones;
- músculos lisos: forman parte de los órganos internos (intestinos, vejiga urinaria, paredes vasculares, corazón, etc.);
- músculo cardíaco: es característico solo del corazón y no tiene otros similares.
El músculo cardíaco se contrae durante toda la vida de cualquier persona y los músculos lisos están controlados por el sistema nervioso autónomo. Es decir, el desarrollo de este tipo de músculo depende del trasfondo hormonal, del estado del sistema nervioso y no está sujeto a nuestra voluntad.
Por lo tanto, cuando se trata de entrenamiento, estamos hablando del efecto sobre los músculos esqueléticos (también llamados «estriados»). A su vez, se dividen en muchos grupos según su ubicación en el cuerpo, unión a las articulaciones, dirección de las fibras, tipo de movimiento realizado, etc. Es importante comprender una cosa: la estructura de estos músculos es la misma y está sujeta a nuestro control. Es por esta razón que los cambios que nos esforzamos por lograr son posibles.
Estructura y función muscular
Los músculos están formados por tejido muscular, que son células longitudinales (fibras) llamadas sarcolemas.El sarcolema es una membrana fuerte y elástica compuesta de proteínas de colágeno y elastano. Dentro del sarcolema hay filamentos de miosina y actina. La actina es la parte misma del citoesqueleto que tiene la capacidad de contraerse.
Debido a la elasticidad de las fibras musculares, estas tienen las propiedades de estirar, encoger, cambiar de volumen de 10 a 100 micrones y afectar los parámetros físicos de nuestro cuerpo y la apariencia del cuerpo. Los huesos del esqueleto y los músculos esqueléticos juntos forman el sistema musculoesquelético humano. Realiza dos funciones: apoyo (manteniendo el cuerpo en el espacio) y motor (realizando varios movimientos). Además, el sistema muscular está involucrado en muchos procesos que ocurren dentro del cuerpo (respiración, digestión, micción, etc.)
Se producen mejoras en las funciones de varios músculos y grupos de músculos dándoles un cierto tipo de carga. Cuando piensas en lo que quieres hacer deporte, ante todo es importante que definas tu objetivo. Entrenar sin un objetivo no produce ningún resultado y, además, puede bombear y remodelar los músculos incorrectos que deseaba. Desde el punto de vista del objetivo, el entrenamiento se puede dividir en complejo (para todo el cuerpo) y acento (énfasis en las piernas, énfasis en las nalgas, bombeo de los brazos, obtener el alivio de la prensa, etc.).
Hay alrededor de 700 músculos esqueléticos en el cuerpo humano. Cuando se trata de trabajar en una parte específica del cuerpo, su entrenamiento debe incluir ejercitar todos los músculos que son responsables del trabajo de esta parte del cuerpo, así como los músculos estabilizadores profundos que se encargan de coordinar los movimientos.
Cada ejercicio involucra ciertos músculos, algunos son agonistas (toman la mayor parte de la carga al realizar una determinada acción), otros son antagonistas (prácticamente no asume la carga durante la realización de una determinada acción), y también hay estabilizadores que coordinan esta acción. Los agonistas y antagonistas pueden cambiar de lugar según el movimiento que necesite realizar.
Composición de un entrenamiento
Sobre la base de la comprensión de cómo funcionan los músculos, se elabora un programa de entrenamiento. Estos son los puntos que deben tenerse en cuenta.
- El entrenamiento debe incluir ejercicios en los que todos los músculos presentes en la parte del cuerpo en la que estás trabajando actúen como agonistas. Solo entonces podremos hablar de un enfoque fluido y completo para el desarrollo de la fuerza, la resistencia y otros indicadores físicos.
- Además, el entrenamiento debe incluir ejercicios que involucren los músculos de todo el cuerpo. Esto permitirá que los músculos en crecimiento y en desarrollo se adapten de forma ordenada y estética a la forma de su cuerpo. Probablemente haya notado que en las personas que se dedican a la natación, los brazos y la espalda están desproporcionadamente desarrollados en comparación, por ejemplo, con las piernas. Esto se debe a que los principales ejercicios de sus entrenamientos se centran en la parte superior del cuerpo. La falta de un enfoque integrado durante mucho tiempo conduce a ese resultado.
- Es necesario cambiar de ejercicio de vez en cuando para que los músculos no se acostumbren a un determinado tipo de carga, y siga fluyendo en el mismo volumen. Esto asegurará un daño mínimo por errores en la técnica de ejecución y también permitirá el desarrollo de los músculos estabilizadores.